09/08/2020 Institucional
 

Tratamiento responsable sobre los Pueblos Originarios

En Argentina existen, al menos, unos 40 Pueblos Originarios que conviven en alrededor de 1.500 comunidades distribuidas en todo el país. Ellos son preexistentes a la conformación de la Nación Argentina y sus derechos han sido reconocidos por la Constitución Nacional.

 

Cada pueblo tiene su propia cosmovisión y formas de ver y entender el mundo; por eso algunos se autorreconocen como nación, pueblo o etnia, dependiendo del grado de colonización, aculturación y transculturación al que han sido sometidos. Por otra parte, en la actualidad se mantienen activas unas 16 lenguas ancestrales y existen otras en proceso de fortalecimiento y recuperación.

 

Más allá de la preexistencia de estas culturas y de sus derechos reconocidos, en muchas ocasiones sus integrantes se convierten en víctimas de discriminación o violencias tanto físicas como simbólicas. A su vez, producto del despojo y la expulsión territorial, muchas familias debieron migrar hacia las zonas urbanas y fueron parte de la formación de muchos barrios periféricos y populares.

 

Sin embargo, el legado de estos Pueblos Originarios, sus culturas, cosmovisiones, lenguas y tradiciones forma parte del patrimonio cultural nacional y, por ello, el Estado es responsable de custodiarlo y resguardarlo.

 

En ocasiones, los medios de comunicación han hecho referencia a lo que denominan como la “problemática indígena”, lo cual implícitamente implica considerar que la pertenencia a dichas culturas originarias sería un inconveniente. Por eso, resulta indispensable llevar a cabo una revisión y relectura respecto a la forma en la que se interpela a estos pueblos-naciones ancestrales.

 

El rol de los medios de comunicación audiovisual es fundamental en tanto formadores de sentido y opinión. Aquellas ocasiones en las cuales se reproduzcan miradas o terminologías incorrectas, incompletas o discriminatorias podrían resultar doblemente preocupantes para algunas poblaciones, colectivos o comunidades, ya que esos mensajes no solo circulan dentro de la esfera de sentido de un medio de comunicación, sino que, por su rol social, son reproducidos por quienes consumen dichos contenidos.

 

A fin de reconocer esos derechos y establecer mecanismos para su ejercicio, la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual incorporó un apartado sobre Pueblos Originarios (artículo 151), que dispone la reserva de frecuencias en AM, FM y televisión abierta para las comunidades. Asimismo, creó mecanismos de financiamiento y promoción a partir de los cuales existen en la actualidad diversas emisoras pertenecientes a dichas comunidades localizadas en diferentes regiones de la Argentina.

 

En esta línea, se ponen a disposición algunas recomendaciones para tener en cuenta a la hora de comunicar cuestiones asociadas a los Pueblos Originarios. Las mismas se refieren a respetar las identidades, dado que los pueblos y los individuos indígenas tienen derecho a su autodeterminación y a pertenecer a una comunidad o nación indígena, lo cual no debe derivar en ningún tipo de discriminación; desactivar los prejuicios y estereotipos, evitando la mirada asistencialista y la victimización; propiciar coberturas comunicativas inclusivas mediante la presencia de las voces de las y los actores directos, que consideren sus tradiciones y costumbres culturales; favorecer la presencia de Pueblos Originarios en sus propios medios de comunicación para fortalecer la libertad de expresión y contribuir a la pluralidad de voces; incorporar la perspectiva de “Comunicación con Identidad” a la agenda mediática, ya que el periodismo no debe buscar ser “la voz de” las comunidades, sino integrar esas voces en las agendas de los medios; y evitar la asociación de rasgos fenotípicos con categorías nacionales, como también la generalización de esas categorías con prácticas culturales y jurídicamente negativas.

 

Uno de los principales objetivos del Observatorio de la Discriminación en Radio y TV de ENACOM consiste en trabajar junto a los medios de comunicación para mejorar las prácticas comunicativas, tendiendo a reproducir contenidos que eviten la discriminación de cualquier tipo y fomenten el respeto, la armonía y la diversidad en todas sus formas. El Estado se ha comprometido desde el año del Bicentenario a llevar adelante una reparación histórica con aquellas naciones y pueblos que habitan ancestralmente en estas tierras. En ese sentido, esta guía podría funcionar como una contribución para avanzar en la integración y erradicación de prejuicios hacia la construcción de un Estado plurinacional.

 

Para acceder a la Guía de Buenas prácticas hacer clic aquí.