ENACOM - Ente Nacional de Comunicaciones

03/11/2021 Institucional
 

Impulsando el desarrollo local de la producción y el turismo

Adentrándose de a poco en una nueva época, la de la pospandemia, resulta indispensable repensar muchos de los roles y prioridades que había en un mundo que, sin duda, ha cambiado. La conectividad (de)mostró la importancia que tienen en la vida actividades y vínculos cotidianos, tanto para trabajar y estudiar como en la comunicación y el entretenimiento. En este sentido, el rol del Estado fue preponderante para sostener una “normalidad” difícil de mantener en momentos de crisis como el vivido desde marzo de 2020. Por eso mismo, tampoco será menor su participación en la gestión de alternativas que permitan resurgir de ese contexto. Este es el caso de importantes obras financiadas por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), como la instalación de nuevos tendidos de fibra óptica en Mar Azul (Buenos Aires), de manera subterránea, y en Lago Meliquina (Neuquén), de forma subacuática, las que redundarán en grandes beneficios y mejoras en la conectividad de las zonas, no solo para las familias que viven allí, sino también para la gran cantidad de turistas que las visiten. De este modo, la conectividad y el turismo se presentan como los pilares sobre los cuales fortalecer las economías nacionales y locales, así como una posibilidad –junto con otras– de comenzar a sanar y recomponer el tejido social y emocional, tanto desde el derecho a la comunicación como desde el disfrute y el esparcimiento.

Como en toda economía nacional, el desarrollo de las esferas referidas a la industria, el trabajo, la inversión y el turismo resulta de vital importancia para el crecimiento local de toda provincia, a nivel macro, y de cada ciudad, a nivel micro. Si bien esto no es una novedad, cuando se trata de emprendimientos estatales que impulsan y acompañan a los sectores productivos para que puedan llevarlo adelante, podría decirse que constituye –al menos– una perspectiva interesante en un momento en el que parecería que la regulación de la “mano invisible del mercado” es la única opción posible.

En su momento, la rueda; más adelante, la máquina de vapor; luego, la electricidad y, posteriormente, el surgimiento de la informática resultaron los factores determinantes para que la historia avance desde una perspectiva productiva, no solo al generar industrias para la elaboración de productos y servicios a nivel masivo, sino también al mejorar la calidad de vida de las personas.

 

Hoy en día, ese nuevo rol lo asumen las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), que llevan adelante un sinnúmero de microrrevoluciones en diversas áreas y esferas, tanto económicas como sociales e, incluso, culturales; desde las tecnologías IOT (Internet de las cosas) hasta las comunicaciones de quinta generación (5G) y todos los fenómenos convergentes en sus diferentes combinaciones.

 

En este sentido, y más precisamente en Argentina, ENACOM, en tanto organismo regulador, asumió una tarea destacable a nivel regional al implementar el “Programa Conectividad”, cuyo objetivo es favorecer la realización de proyectos que permitan la prestación de servicios mayoristas o minoristas sobre áreas con necesidades insatisfechas, ya sea mediante el desarrollo de redes de transporte o a través del fortalecimiento de las redes de acceso existentes y la generación de condiciones económicas propicias para el avance de nuevas redes.

 

Durante el año 2020, el Organismo readaptó el reglamento de los subsidios correspondientes a los Aportes No Reembolsables (ANR) del Servicio Universal, que cubrían a las localidades de hasta 10 mil habitantes, para ampliarlo a las de hasta 30 mil habitantes, con el propósito de conectar a las y los no conectados. Esta decisión aplica perfectamente, además, con el caso de las villas turísticas que, si bien poseen un número de población reducido, en las épocas de temporada alta reciben grandes afluentes de visitantes estacionales.

Dos ejemplos concretos de esta iniciativa fueron las acciones realizadas en la ciudad de Mar Azul (Villa Gesell - Buenos Aires) y en Villa Lago Meliquina (Lácar - Neuquén). En el primero de los casos, la Cooperativa Telefónica y Otros Servicios de Villa Gesell (COTEL Ltda.) inauguró este año –junto con ENACOM– la nueva red de fibra óptica directa al hogar (FTTH), que lleva Internet de alta velocidad a 550 familias de la localidad bonaerense de Mar Azul.

 

Dicha obra mejora el tráfico de datos en un área que se encontraba saturada por el gran desarrollo de viviendas de residencia en los últimos diez años. Por ello, y luego de un extenso estudio de las condiciones urbanas y físicas, se avanzó con el tendido de forma subterránea, debido a la gran forestación de la zona y el tejido urbano. De esta manera, es posible llegar con Internet de banda ancha a nuevas familias y a importantes instituciones de la ciudad, como la Casa de la Cultura de Mar Azul, el centro de salud, plazas, el playón deportivo, y espacios públicos, entre otros. Además, la iniciativa permitirá mayor crecimiento para emprendimientos turísticos y comerciales de la zona, con una mejora significativa en la conectividad, tanto para las y los habitantes de la ciudad como para las y los turistas locales y extranjeros que la visiten.

 

El presupuesto total del proyecto fue de 9.732.237 pesos, de los cuales ENACOM financió el 80%, asignando 7.785.790 pesos en concepto de Aportes No Reembolsables (ANR). En ese sentido, esta importante inversión del Estado, junto con el sector privado, permitió producir un incremento del 115% de personas que ahora cuentan con fibra óptica, lo que implica que el 95% de los vecinos y vecinas del municipio ya poseen cobertura de redes de conectividad de alta velocidad.

En cuanto a las acciones realizadas en Neuquén, se destaca la tarea asumida por la Cooperativa Telefónica y Otros Servicios Públicos y Turísticos de San Martín de los Andes (COTESMA), la cual tendió la primera fibra óptica subacuática del país gracias a las políticas de conectividad impulsadas por ENACOM. La misma se trata de un tendido de fibra óptica de 8 kilómetros de longitud a 120 metros de profundidad en Villa Lago Meliquina, una zona de difícil acceso. Al contrarrestar las bajas temperaturas que causaban cortes en el servicio, estas obras traerán grandes beneficios para los y las habitantes de la región, mediante mejoras significativas en la conectividad, al brindar Internet sin cortes y, por ende, desplegar las tareas productivas de la zona, como el turismo y la industria, e incluso el desarrollo de proyectos emprendedores de la provincia patagónica.

 

Estas iniciativas tienen un importante significado para quienes habitan cotidianamente en esas regiones y se desarrollan profesionalmente, como es el caso del turismo, en y a través del cual está la posibilidad de verlo como una importante herramienta de recomposición económica para numerosos sectores que lo integran, así como un factor socioemocional para recuperar los valores de lo nacional, la comunidad, el encuentro con lo propio, la identidad y el goce. Asimismo, la importancia de la acción del Estado para quienes invierten por un país con más crecimiento local y trabajo perdurable, de la mano del turismo y la producción y por medio de la inclusión digital, como eje de políticas que no solo transforman los aspectos económicos de una nación, sino también los sociales, poniéndolos en valor aún más en tiempos de recuperación luego de la pandemia por el COVID-19.

Los programas impulsados desde ENACOM tienen esta perspectiva como horizonte y objetivo cada vez que se realiza una convocatoria para subsidios, cada vez que se otorgan financiamientos y se evalúan proyectos cuyo espíritu es acercar derechos y oportunidades en igualdad de condiciones. Es deber del Estado estar presente para escuchar y atender las demandas y necesidades de quienes lo componen, las y los ciudadanos, y es responsabilidad de las instituciones públicas trabajar conjuntamente con otros sectores para generar las condiciones que garanticen un espiral de desarrollo que incluya e integre. La mano “invisible del mercado” se transformaría, así, en una mano presente y comprometida del Estado.